La zona media de Navarra marca el límite septentrional para el cultivo del olivo en la península ibérica. En Tafalla, centro geográfico de esta región, donde acaba el monte y empieza el llano, se halla el abrupto paraje de Balgorra. Aquí, entre encinas, coscojas, zarzales y enebros, todavía podemos encontrar olivares tradicionales con árboles centenarios, testigos del pasado y garantes del futuro. Practicamos una olivicultura sostenible, fomentando la biodiversidad y trabajando en colaboración con la Naturaleza.
Este aceite es paisaje,
tiempo y respeto.
Disfrútalo.